El presidente francés, Emmanuel Macron, instó al presidente ruso, Vladimir Putin, a impulsar la cooperación bilateral para combatir el terrorismo y la inmigración ilegal, tras el ataque mortal contra Samuel Paty, un profesor de historia que fue decapitado el sábado por un refugiado checheno de 18 años nacido en Moscú.
El agresor intentó amenazar a los policías que llegaron al lugar, pero fue asesinado a tiros.
“En este contexto, las dos partes reafirman su interés mutuo en intensificar los esfuerzos conjuntos para luchar contra el terrorismo y la propagación de la ideología extremista”, dijo el Kremlin en un comunicado, describiendo el ataque como un “asesinato bárbaro”.
Tras el asesinato de Paty, la embajada rusa en París subrayó que Anzorov no tenía vínculos con Moscú, ya que había estado viviendo en Francia durante los últimos doce años. El mismo día, el líder checheno Ramzan Kadyrov condenó el ataque y expresó sus condolencias a la familia de Paty, pero también instó a Francia a no “provocar” a los musulmanes.
El profesor de historia y geografía de 47 años, fue dirigido por mostrar caricaturas del profeta Mahoma en clase como parte de una discusión sobre la libertad de expresión. Los musulmanes creen que cualquier representación del Profeta es una blasfemia.
Reaccionando al ataque, Francia el martes cerrado la Gran Mezquita de Pantin como parte de una ofensiva contra las personas sospechosas de incitar al odio, ya que la mezquita había compartido un video en su página de Facebook antes del ataque que desahogaba el odio contra Paty.
El miércoles, el fiscal antiterrorista, Jean-Francois Ricard, dijo que Anzorov había pagado a dos estudiantes adolescentes alrededor de 300 euros para identificar a Paty cuando se iba a casa, informó Reuters.